miércoles, 22 de mayo de 2013

Nuestros vecinos

El Foro de Inmigración para especialistas jurídicos que se celebró en Canarias, organizado por el Consejo General del Poder Judicial y el Gobierno de Canarias tuvo que cancelar su visita al CIE de Barranco Seco, en Gran Canaria. ¿El motivo? La Jefatura Superior de Policía les denegó el acceso.
Los 24 jueces y cinco fiscales que iban a participar en la visita durante los días cercanos al 8 de mayo no pudieron visitar el centro; este hecho ha sido visto con malos ojos por el viceconsejero de Justicia del Gobierno canario, la vocal para Canarias del Consejo General del Poder Judicial, la portavoz de Jueces por la Democracia y jueza del CIE y la Unión Progresista de Fiscales. Todos coinciden en lo mucho que influye un suceso como este en la idea de que estos Centro de Internamiento resultan opacos, no permiten un control de las garantías legales de los reclusos y, en términos generales están mal legislados.

Esta primera noticia del post sigue el hilo de mi anterior entrada; quiero demostrar con ello que el propio sistema, cuando no permite que la figura del poder judicial más evidente, tenga acceso a los CIE  no hace si no aclarar lo que ya sabíamos, que no es un buen sistema y que carece de las garantías legales exigibles.

Ahora voy a comentar algunas noticias relacionadas con el fenómeno de la inmigración en países de nuestro entorno; otros países europeos y cómo se desarrolla allí.

En el primer post hablaba de los inmigrantes que, tratando de llegar a España, saltaban las vallas de Melilla y Ceuta. No somos los únicos que tenemos vallas en nuestras fronteras; Grecia instaló el pasado diciembre una de 4 metros de alto y 10,3 kilómetros de longitud a la altura de su frontera natural con Turquía en el río Evros, por donde en el 2010 accedieron a Europa 36.000 inmigrantes. Ha sido plenamente financiada por el Estado, tres millones de euros, ya que la Unión Europea se negó a poner dinero, aunque permitió su construcción. Esta medida se suma a los 1.900 policías que el gobierno mandó a la zona seis meses antes para frenar la "invasión", tal y como lo califica el mismo ejecutivo.
La alta tasa de inmigrantes que entran a Europa por Grecia es una bomba de relojería; quedo demostrado cuando el 18 de abril nos enterábamos de la veintena de trabajadores bangladesíes que habían sido tiroteados por sus capataces durante una protesta protagonizada por 200 de estos trabajadores, que reclamaban el pago de sus jornales atrasados durante la campaña de recogida de la fresa. Un país en el que 18 diputados de ideología xenófoba se sientan en el Parlamento, como son los de Aurora Dorada, tiene un clarísimo problema social latente.

En cambio en Francia son vistos de forma muy distinta. En el 2010, durante la legislatura del ahora expresidente Nicolas Sarkozy, el periódico ABC destacaba la importancia de este colectivo en la economía gala; y su gran aportación a, por ejemplo, el sistema nacional de pensiones. Sin embargo, según el periódico La Gaceta, su acceso a la nacionalidad debía ser demasiado costoso para el gobierno de Hollande, que ha flexibilizado la política de inmigración de sus predecesores.

Italia sufrió en marzo de 2011 una llegada masiva de inmigrantes a Lampedusa, una isla a medio camino entre África y el continente europeo. Más de 7.000 personas llegaron en menos de 3 meses desde todo el norte de África, especialmente subsaharianos y tunecinos, saturando los sistemas italianos, cuando muchos ni siquiera quieren quedarse en Italia, su destino final es París, donde tienen familia.
En 2012 1.080.000 extranjeros entraron en Alemania, en el caso de España, Portugal, Italia y Grecia la tasa se disparó un 40% en comparación con el 2011; y es un número relativamente pequeño en comparación con los llegados de países del este. En todos los casos motivados por la crisis económica que afecta a sus países, la mayor ola de inmigrantes desde 1995.

¿Cuando nos daremos cuenta de que cualquier día podemos ser nosotros los inmigrantes? Día a día vemos casos de investigadores, ingenieros, y jóvenes en general; que se ven obligados a dejar España en busca de mejores situaciones laborales en otros países, como Alemania. A pesar de ello no somos capaces de imaginarnos que el marroquí que tenemos al lado en el metro tan solo vino a España en busca de un futuro mejor. Hace ya bastantes años conocí a un albañil rumano, estaba tirando un muro a martillazos en una obra de mi instituto; ese hombre era profesor de piano en un conservatorio de su país, pero decidió venir al nuestro para que sus hijos pudiesen estudiar en la universidad. Ahora nosotros queremos ir a Alemania para poder trabajar, yo veo el mismo caso ¿vosotros no?.


Adrián García Díaz
Grupo A1

Si os quedasteis con ganas de saber más sobre los CIE os recomiendo leer el blog Cárceles Racistas, que gestionan la Comisión CIE de Ferrocarril Clandestino, SOS Racismo Madrid, Masticable y Brigadas Vecinales de Observación de los Derechos Humanos.

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