lunes, 20 de mayo de 2013


"EL MAYOR ERROR"
Sobre pobreza y exclusión

                Con frecuencia, se oyen, referidos al colectivo de personas sin hogar y  a otros que sufren así mismo las consecuencias de la pobreza económica o la exclusión, comentarios que los asocian sin fundamento, con la vagancia o las habilidades personales de salir adelante. Quizá este sea el mayor error que podemos estar cometiendo de cara al proceso de erradicación de la pobreza. Al margen de las políticas sociales más o menos adecuadas, que también en este sentido hay cosas que mencionar, existe un elemento esencial y determinante para estas personas y a su vez un elemento esencial y determinante, para la orientación adecuada de las políticas: La identidad personal. La identidad personal, es entendida como aquella visión que los individuos poseen de sí mismos y que se genera a partir del reconocimiento de ésta por parte del entorno social.

                Si trabajamos con y sobre este concepto lograremos enfrentar a pobreza que es a la vez causa y consecuencia de la exclusión social. Es causa porque la constituye la máxima expresión de los resultados de un proceso acumulativo en el tiempo de exclusión social y es a la vez consecuencia, de sus formas más extremas si cabe, porque enquista la pobreza configurando así una nueva pobreza diferente a la primera, más grave y difícil de superar. De modo que cuanto más tiempo pase en la calle una persona, más estará condenado a sufrir las consecuencias que ello implica, ruptura de vínculos, creación de estrategias de supervivencia al margen de la sociedad…y más difícil será por consiguiente la superación de esta situación.

                La identidad personal juega un papel determinante en ambas direcciones,en la primera porque prevenimos la pobreza al contribuir a la no exclusión y en la segunda por que evitamos que ésta se perpetúe. La identidad no puede ser desarrollada sino sobre la base de las relaciones interpersonales. Por ellos es necesario entender las consecuencias que la pobreza tiene sobre ella: la pobreza lleva a la exclusión y la exclusión lleva a la pobreza y entendemos  la exclusión como aquellos límites que impiden la participación de los ciudadanos dentro del contexto social, por tanto si no hay interacción con el entorno, la identidad se pierde, deja de configurarse, el individuo termina por aislarse como consecuencia de la ruptura con los vínculos sociales en una sociedad en la que ricos y pobre tienen posiciones tan diferentes

                Sobre esta realidad es sobre la que debemos trabajar ciudadanos y profesionales. Debemos empoderar y romper con la brecha de ricos y pobres, dejar de mirar por encima del hombro o hacer invisibles a aquellos que pasean a nuestro lado, debemos integrar, debemos contribuir a mantener su condición de ciudadanos  para conseguir que pobreza y  exclusión no se dispongan como la pescadilla que se muerde la cola y  evitar así que se perpetúe la situación de aquellas personas que cargan con la otra cara de la moneda.

Laura García Palomo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario