La situación especial de las mujeres en los centros penitenciarios es conocida pero no ocupa titulares. Los presos en general pueden quejarse de haber sido olvidados, más las mujeres privadas de libertad aún pueden hacerlo con más argumentos.
A veces, la situación se hace noticia, acaba siendo conocida normalmente por sectores profesionales implicados en el mundo penitenciario.En las prisiones de nuestro país gestionadas por y para hombres, la mujer encarcelada ha ocupado siempre una posición muy secundaria debido a su menor entidad numérica y su falta de conflictividad. Esto ha derivado en la perpetuación histórica de una serie de factores de discriminación: precariedad de espacios, peores condiciones de alojamiento, lejanía de su entorno familiar y protector, mezcla de perfiles criminales, etc. Y sobre todo el desconocimiento de las diferentes características, sociales y personales, que las hacen vulnerables a la entrada en el mundo penal y el desentendimiento sus necesidades.
mi objetivo con esta entrada es poder enseñar a mis compañeros la situación que viven las mujeres en las prisiones de España en general. situaciones como el tener que cumplir sus penas estando embarazadas o viviendo en una celda con menores a su cargo. En estas prisiones es esencial el papel del trabajador social ya que ayuda a la integración de la reclusa y ofrece información sobre las distintas opciones una vez fuera de la prisión:
LAS CARACTERÍSTICAS DE ESTE COLECTIVO:
* infancia difícil * Depedencia de figuras masculinas
*escasa escolarización * Menor peligrosidad femenina
* escasa cualificación profesional
PROBLEMAS QUE NOS ENCONTRAMOS: Falta de una política global de género en el ámbito penitenciario:
cárceles muy masculinizadas, mecanismos de control ejecutados en su mayoría por hombres, en ocho provincias no existe si quiera de módulos de mujeres ni equipamientos específicos para ellas.falta de un programa de intervención a nivel institucional basado en sus características, demandas, etc.
• El sistema penitenciario solo está dotado de 8 Unidades de Madres y una Unidad Familiar, en 6 comunidades autónomas de 17.
• No exista una adecuación especial a la convivencia de los menores
• El cierre de las celdas y los recuentos se hacen a la misma hora que en otros módulos y el horario de los bebés esta condicionado a esta rutina.
• Los cacheos y registros se hacen delante de los menores.
• Las luces se apagan de 11 de la noche a 7 de la mañana. Esto supone un trastorno a las madres que han de levantarse a oscuras para atender al bebé o darles de comer.
• Madre e hijo han de estar siempre juntos con lo que en ocasiones la madre se ve privada de poder realizar actividades para su provecho.
Soluciones para la integración y la reinserción de las
reclusas
* Instaurar
un diseño estructural neutro basado en
la no diferenciación de género, un ejemplo son las prisiones “tipo”.
* Facilitar
la paridad en los puestos del funcionariado.
*Intervención
dirigida a sus necesidades como mujeres basadas en las características del
colectivo
. RECURSOS DEL TRABAJO SOCIAL EN EL MEDIO PENITENCIARIO
*Actualización
de la documentación, personal y familiar.
* Acceso a
ayudas y asesoramiento de
los cauces y
servicios sociales existentes
* Procedimientos de
familia: ayuda y
asesoramiento legal en los
procesos de acogimiento,adopción u oposición a
medidas de protección de sus
hijos.
* Resocialización
* Poner
en contacto a la reclusa con las alternativas e instituciones del exterior con
el fin de prepararla para su salida y que el trabajo llevado en prisión se vea
reforzado para cumplir el objetivo de reinserción.
Valeria Fioravanti Ortiz 2 A1
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