Jueves 13 de diciembre de
2012 a las 2:17 de la madrugada, 7 inmigrantes mueren a menos de 1.500 metros
de alcanzar las costas europeas después de que la Guardia Civil arrollara con
una patrullera la patera en la que viajaban. La noticia sale a la luz tras la difusión por parte de la cadena SER de un vídeo del
accidente, casi tres meses después. La juez culpa del naufragio a la patera y no ve
responsabilidad en la Guardia Civil.
El lunes 11 de marzo de 2013, un grupo de 150 subsaharianos asalta de forma masiva la valla fronteriza que separa
Marruecos de Melilla, 50 de ellos consiguen entrar en la
ciudad. 10 inmigrantes y 2 guardias civiles resultan heridos.
Martes 12 de marzo de 2013, una patera con 12 inmigrantes arriba a la isla de La
Palma, la Guardia Civil cree que la embarcación podría
haber salido desde un barco nodriza de mayor dimensión.
Están son tan solo 3 noticias
de la semana pasada relacionadas con
la inmigración, pero se trata de un fenómeno que lleva afectando a España treinta
años y al que no se le ve un final próximo. Europa es el objetivo idílico que se marcan muchos inmigrantes como solución a la terrible situación
económica, política y social que
viven en sus países. Pero la realidad con la que se encuentran es muy distinta a la
esperada; un viaje terrible y lleno de peligros, unas fronteras infranqueables y un
constante miedo a la repatriación.
Creo que todos estamos de acuerdo en que estás noticias son terribles y especialmente las que conllevan muertes, pero a mi se me plantean
algunas cuestiones de complicada respuesta.
¿Hace Europa un buen control de sus fronteras? ¿Cómo deberían ser
las políticas de control de la inmigración? ¿Tienen parte de la culpa en estas
tragedias los países de origen de los inmigrantes? ¿Qué opciones tienen
aquellos que se quedan en sus países?
Esta entrada pretende ser el comienzo de una reflexión sobre la inmigración y las políticas migratorias de Europa y
especialmente de España, analizando distintos
aspectos, como son el viaje, los CIE o los "sin
papeles".
Adrián García Díaz - A1
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