El trabajo social al igual que
muchas profesiones y ciencias de la rama social, debe, para la eficacia de su
tarea, entender la realidad social y el
contexto en el que se ensamblan las necesidades, pensamientos y conflictos de
los individuos y la sociedad. Este contexto "avanza”/ se transforma casi
sin que lo sospechemos en tanto que ciudadanos del ahora, a pasos de gigante. En
este sentido la primera pregunta de debate que planteo:¿capacidad de renovación
“reconceptualización” docente en un contexto de
tan rápido desarrollo?
El tema que hoy nos ocupa y al que quiero dedicar
este espacio de reflexión es al fenómeno
del individualismo y a la ruptura con las formas de asociación anteriores.
El individualismo se refiere a la tendencia del
hombre a elevarlos intereses individuales por encima de la colectividad y que
pretende alcanzar la realización personal y el bienestar individual en un
contexto de libertades, posibilidades de elección, singularidad, destrucción de valores únicos,
escepticismo moral, relativismo cultural, todo vale. No deja de haber sociedad
por ser lo individuos átomos independientes. Lipovesky se refiere a este
fenómeno como narcisismo, lo que no es sinónimo de un comportamiento asocial,
el individualismo reside en “ramificaciones y conexiones en colectivos con
intereses miniaturizados”, la sociedad es representada como un todo en donde
los sujetos se sienten aglutinados por estricta necesidad de asegurar la
adquisición de productos de consumo y el desarrollo de su vida. Es un parámetro
uniformizante al que se acepta adherirse por conveniencia.
Si
echamos la vista atrás ya en la ilustración con la introducción de la capacidad
de crítica y conciencia del individuo en la esfera política y social se produjo
una ruptura con el orden social hasta entonces establecido: corporativo, de
comunidad. Tiene lugar la subordinación de lo individual a las reglas racionales colectivas.
Esta ruptura de la colectividad es aun más evidente y acentuada con la unificación de
mercados, sociedades y culturas en definitiva desde que tuvo lugar el proceso más
coloquialmente llamado, de globalización. Este proceso ha conllevado diversas
transformaciones en el plano de lo económico, político, ideológico, cultural… En
cualquier caso todas estas esferas de la vida social son interdependientes y
guardan estrecha relación con el fenómeno del que venimos hablando. En resumen
se podría decir que algunas de las transformaciones más importantes y
características de la posmodernidad en lo referente al fenómeno de
personalización son el cambio de una economía de producción a una sociedad de
consumo, en la que hasta lo intangible se comercia y es precisamente la
segmentación de mercado y el producto diferenciado lo que contribuye a la
individualización y las singularidades individuales a la vez, las que da lugar son
la base del consumo actual.
En
el fenómeno de la individualización tienen así mismo gran importancia la
consecución de derechos y libertades, de grupos minoritarios como por ejemplo,
mujeres, niños, homosexuales y la manera
en que estos influyen en las nuevas formas de asociación, así por ejemplo se ha
pasado de la familia patriarcal, a la familia democrática en la que los hijos
pasan a un plano de intervención en la negociación de las reglas, se persigue
un reparto igualitario de tareas entre los padre, y en los últimas décadas
también se observa el descenso de la natalidad, y el ascenso de la edad media
de maternidad, la figura del “single” o soltero entre otros…
Algunos de los cambio que se experimentan con la individualización son: la importancia de la vida privada por encima del espacio público, perdida de referencias identitarias e ideología, anulación de puntos de referencia y valores superiores, se rompe con la homogeneización y se pasa a una cultura hecha a medida en la que predomina el derecho a realizarse, se rompe con la continuidad histórica, el sacrificio colectivo, vivimos el aquí y ahora sin pensar en la prosperidad cultural, importancia de la imagen, desvalorización del contenido de los mensajes, pérdida de solidaridad…
¿De
qué manera estos cambios influyen en la dirección del Trabajo Social?
¿Aumentara la demanda de ayuda, disminuirá? ¿Cómo se justificará esta ayuda desde el Estado? ¿Son positivos o negativos estos
cambios?
Laura García Palomo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario